El individuo singular tiene que recorrer, en cuanto a su contenido, las fases de formación del Espíritu universal, pero como figuras ya dominadas por el Espíritu, como etapas de un camino ya trillado y allanado. Hegel, Fenomenología
Hegel se propone a través de su sistema, reconstruir con el pensamiento, toda la realidad. Realidad que, en definitiva, es pensamiento, espíritu, dándose, en última instancia, una completa coincidencia entre el pensamiento que piensa la realidad y la realidad que es pensamiento: el círculo que se anuda consigo mismo.
Partiendo del concepto más simple de todos, construir la realidad en su totalidad aún en sus aspectos más complejos es el desafío que Hegel se impone con su programa: si la realidad no es en su raíz, otra cosa que pensamiento y al pensamiento total y sistemático de todas las cosas lo llamamos Idea, el sistema se dividirá en tres partes principales (primer ejemplo de tríada dialéctica):
1.1. Doctrina del Ser
1.2. Doctrina de la Esencia
1.3. Doctrina del Concepto
2.1. Mecánica
2.2. Física
2.3. Física orgánica
3.1. Espíritu subjetivo
3.1.1. Antropología (Alma)
3.1.2. Fenomenología del espíritu (Conciencia)
3.1.3. Psicología (Espíritu)
3.2. Espíritu objetivo
3.2.1. Derecho abstracto
3.2.2. Moral
3.2.3. Etica (Familia, Sociedad Civil, Estado)
3.3. Espíritu absoluto
3.3.1. Arte (Lo absoluto en la intuición sensible)
3.3.2. Religión (Lo absoluto en la representación)
3.3.3. Filosofía (Lo absoluto en lo conceptual)
La lógica
Si se puede hablar aquí de una intuición, no hay nada en el ser nada que esta intuición pueda captar, o, si quiere, el ser mismo no es más que esta intuición pura y vacía. No hay tampoco nada en él que pueda ser objeto de un pensamiento, o , si se quiere, el mismo no es más que este pensamiento vacío. El ser inmediato, indeterminado, es en efecto la nada, ni más ni menos que la nada. Hegel, Ciencia de la Lógica
Todo el mundo toma lo bello por lo bello,
y por eso conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y por eso conocen qué es el mal.
Porque, el ser y el no-ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Tao Te Ching, 2
Hegel parte de la noción más simple: el concepto se ser, puesto que no hay nada más inmediato e indeterminado. Todo, cualquier cosa, sea lo que fuere, es, todo participa del ser. El punto de partida está pues, en el ser general, el ser puro y absolutamente indeterminado: no es, a fin de cuentas, más que una forma vacía de la afirmación por la cual no se afirma nada.
Sin embargo, al preguntarnos qué es el ser ocurre que nada se puede decir de él. Si algo se intenta decir respecto al ser, resulta que en realidad, se lo está limitado a alguna forma de ser (un ente en especial). Rigurosamente, del ser solo puede decirse... la nada
Al hablar del ser, aparece entonces, una segunda categoría, su contrario: la nada. El ser se esfuma cuando tratamos de captarlo y nos viene a la mente su contrario. Y así comienza el movimiento dialéctico.
Tampoco puede decirse algo de la nada puesto que también es indeterminación pura. Hegel los considerará opuestos absolutos.
El ser y la nada son absolutamente distintos pero a su vez, inseparables. Porque al intentar separalos, uno se desvanece en el otro.
La verdad entre el ser y la nada, reside en su conversión recíproca. El paso de la nada al ser y del ser a la nada. Esto es, el devenir, síntesis en la cual el ser y la nada se integran y cobran sentido. No se trata de un devenir temporal, aún nada se dice del tiempo. El devenir es movimiento lógico puro.
Y así, la síntesis, se convierte en la tesis de una nueva antítesis. El devenir puro es inconcebible, para que éste exista, ha de haber algo que devenga. El movimiento dialéctico continua buscando una nueva síntesis más concreta y determinada...