Los rasgos esenciales del racioalismo, corriente filosófica iniciada por Descartes son, en primer lugar, una plena confianza en la razón humana lo que implica aceptar que la "razón" es la única faltura humana que puede conducir al hombre al conocimiento de la verdad. La confianza en la razón es tal que su valor no admite críticas, es pues, como afirmará más tarde Kant, un razón dogmática. Descartes hará revivir el postulado de Parménides: lo mismo es el pensar y el ser.. En segundo lugar, el racionalismo se caracterizará por la búsqueda de un método adecuado para encausar el razonamiento. Y será el método matemático, el sistema elegido. Finalmente, la tercera característica será la subjetividad. En efecto, mientras que el pensamiento medieval era claramente objetivo y realista, el hombre no duda de la ralidad, pero en el siglo XVII, aquel subjetivismo incipiente del Renacimiento, el hombre se vuelve sobre sí mismo y ya no conoce sino su propio pensamiento. Es posible incluso llegar a dudar de la propia existencia. Por tal razón el problema gnoseológico es el problema central de la filosofía moderna.
Son notables, pese a los puntos comunes, las diferencias entre los diversos exponentes del racionalismo. Descartes es, básicamente, un filósofo clásico, en tanto que su ideal es el orden y la medida, la claridad y la distinción. Pretende con su labor prurificar y renovar la ciencia de su tiempo, pero crea a la vez un cisma entre el hombre y el mundo y una ruputra, además, en el interior de cada hombre. Spinoza, por su parte, es un representante del barroco y su trabajo introduce el movimiento en el mundo, la aspiración al infinito reduciéndolo, simultáneamente, a la unidad. Finalmente, Leibniz, se caracteriza por el eclecticismo y se acerca al espíritu de la ilustración: quiebra el dualismo cartesiano y la pretende salvar la multiplicidad, del monismo de Spinoza introduciendo la idea de armonía.
El empirismo sostendrá que el origen del conocimiento es la experiencia por lo cual la mente es como una tabla rasa. Esto implica negar las ideas innatas que los racionalistas aceptaban. Sin embargo, Leibniz observará que el empirismo de Locke no es absoluto en tanto deja alguna puerta abierta respecto al innatismo. Estas conseciones al racionalismo que pueden encontrarse en Locke, desaparecen completamente ya en Hume.
En segundo lugar, el conocimiento humano no será ilimitado en tanto que la experiencia marca su límite. A diferencia del racionalismo, el empirismo negará toda posibilidad de ir más allá de la experiencia, lo que se advierte claramente en el escepticismo de Hume respecto a las problemáticas metafísicas.
Todo conocimiento, es conocimiento de ideas. Se advierte en esta tesis, coincidencia entre ambas escuelas, puesto que la mente puede conocer las ideas, pero no las cosas y el pensar se reduce a relacionar ideas entre sí. En el caso de Berkeley, este postulado lo llevará al idealismo, negando la realidad del mundo perceptible.