Guillermo de Ockham (1285-1349)

"Dios puede hacer todo lo que, al ser hecho, no incluye contradicción" Guillermo de Ockham

Podría decirse que Ockham es un filósofo bastante original, aunque muchos de los temas que tratará habían sido iniciadas por Duns Escoto, y otros autores (particularmente los lógicos del siglo XIII).

Ockham desarrolló temas que caracterizaron las preocupaciones de los intelectuales de su época y representa un punto de inflexión en la historia del pensamiento escolástico. Ockham ya no es un pensador sistemático como lo fuera Tomás de Aquino, su rol es fundamentalmente el de un crítico. Su crítica producirá la independencia de la filosofía que comenzará a centrarse en otros temas como la Naturaleza.

Los principios fudamentales abordados por Ockham son considerados por él mismo como "aristotélicos", sin embargo, suponen en la práctica, una clara ruptura con la tradición griega y escolástica anterior. En efecto, representan una innovación dentro de la historia de la filosofía.

Principio de economía (Navaja de Ockham)

Es un principio metodológico que permite simplificar al máximo las explicaciones elimnando numerosos conceptos utilizados por la escolástica durante el período anterior, porque consideraba que era importante eliminar todo lo que no fuera evidente en la intuición o lo necesario para explicar la realidad.

Todo lo que existe es singular

Lo que se afirma es la no existencia de naturalezas o esencias "universales" comunes a varios individuos. No hay más que cosas singulares que valen por sí mismas.

Prioridad de la experiencia

Para un pensador como Tomás de Aquino, el bojeto propio del etendimiento humano era la esencia de las cosas sensibles, lo sigular, solo podía ser conocido "indirectamente". Pero de acuerdo a este nuevo marco teórico, si lo singular solo puede ser conocido a través de la experiencia, el conocimiento durecto e inmediato de lo sigular es lo que nos permite saber si la cosa existe o no. Tomás reconocía la existencia, además, de la intuición sensible, pero para él, el entendimiento solo podía conocerse a través de la abstacción (no por intuición), Ockham, por el contrario, postulará una intuición intelectualz que permite al entendimiento el conocimiento de las realiades singulares como exisntentes.

Nominalismo

Si todo lo que existe es singular ¿qué valor puede tener un concepto universal?

Ockham, continúa, pues, la tradición de los nominalistas como Abelardo que prolongando la lógica del siglo XIII, dirán que nada universal existe fuera del alma. Insiste pues, ante todo, en la función lógica del concepto Los conceptos son signos naturales de las cosas, es decir que no son establecidos convencionalmente como las palabras sino que son producidos en el alma por las cosas mismas. Un concepto universal sustituye en la proposición a un conjunto de individuos semejantes.

Voluntarismo

El nominalismo conduce a la afirmación de la absoluta prrminencia en Dios (y por ende, también en el hombre) de la voluntad sobre la inteligencia. Esta idea, genera una ruptura con el concepto griego (y escolástico, por asimilación de la filosofía griega) de un Dios de "pensamiento puro" al que está subordinada la voluntad divina. Para Ockham, Dios es principalmente omnipotente, nada limita su voluntad. De allí se sucede la contingencia absoluta del orden del mundo. EL mundo es como és por el deseo de Dios, no existe pues un orden inteligible, racional y necesario... el orden del mundo no puede reducirse a principios racionales. Por ello la importancia de la intuición: nos hace conocer lo que de hecho, existe.

Crítica a la filosofía escolástica

El empirismo y el nominalismo de Ockham generan una franca ruptura en la relación que se establece entre el pensar y el ser, característica de la filosofía griega-escolástica (en efecto, se trata de sistemas racionalistas). El pensar, se desvincula del ser y de la substancia las cuestiones metafísicas quedan limitadas a la teología.

La subtancia ya no es sino el substato desconocido de las caulidades que revela la experiencia, y solo puede concebirse:

  1. De modo negativo: "lo que no es en otro"

  2. De modo relativo: "sujeto de accidentes"

Tampoco puede ser conocida por la experiencia (único modo válido de conocimiento), la relación causal en sí misa, por lo cual el concepto de causa también resulta problemático. Del mismo modo, la causalidad final, no es sino una suerte de metáfora innecearia para explicar los acotecimientos naturales. Ockham, con esto, niega los dos principios fundamentales de la metafísica tomista:

  1. La distinción entre escencia-existencia

  2. La analogía de ser

En la misma línea, Ockham afirmará que las pruebas de la existencia de Dios carecen de verdadero caracter demostrativo, no son sino argumentos probables. En efecto, los principios esenciales de las cinco vías (causalidad y la imposiblidad de una serie infinita de causas) no son evidentes. Incluso, aún aceptando que pudiera ser demostrada la existencia de un primer motor inmóvil, no podría demostrarse que este fuera único ni que coincidiera con Dios. Del mismo modo, tampoco es posible demostrar racionalmente ninguno de los atributos de la divinidad, otra vez, Tomás entra en el terreno de las probabilidades.

Para Ockham, el entendimiento divino no es superior a la voluntad, ni a la inversa, porque el él no hay realmente entendimiento ni voluntad: son solo nombres que damos a la esencia divina a partir de sus efectos. Esto explica el voluntarismo que caracteriza su pensamiento.

Iglesia y Estado

El voluntarismo de Ockham acentúa notablemente la omnipotencia divina, reduciendo notablemente el papel de la razón, ampliando el campo exclusivo de las creencias religiosas y consumando la ruptura de la filosofía con la teología. Pero sería apresurado (y anacrónico) considerar esto como un ataque al dogma cristiano, puesto que por el contrario lo que se promuebe es una depuración de la fe de aquellas adherencias filosfóficas provinientes del helenismo.

Del mismo modo, a Ockham le interesaba una neta sepración entre la Iglesia y el Estado, una depuración... esto es, promover la reforma de la Iglesia en la línea defendida por los franciscanos. El Papa, solo sería reconocido como moderador en el terreno espiritual, defendiendo una concepción laica de la sociedad. El Papa no posee un poder "dominativo" sino que está al servicio de la comunidad de los fieles. La infalibilidad Papal es cuestionada, solo la comunidad de fieles lo es.

La doctrina política de Ockham busca superar lo espiritual de lo temporal, del mismo modo que buscó separar la teología de la filosofía con una clara intención: menos defender los intereses del emperador y más garantizar la espiritualidad de la comunidad.

por Graciela Paula Caldeiro